Adhara Pérez Sánchez

(México, 2011)

Fotografía de adhara sanchez perez

Adhara es una niña mexicana que ha causado furor recientemente por ser considerada una niña genio. Con 8 años ella se encuentra ya estudiando en la Universidad y su capacidad es tal que se ha decidido estudiar dos carreras

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Fotografía de adhara perez sanchez

Adhara es una niña mexicana que ha causado furor recientemente por ser considerada una niña genio. Con 8 años ella se encuentra ya estudiando en la Universidad y su capacidad es tal que se ha decidido estudiar dos carreras de forma simultánea, Ingeniería Industrial en Matemáticas e Ingeniería en Sistemas.

En los medios destacan su coeficiente intelectual que alcanza un impresionante punteo de 162, actualmente estudia Ingeniería Industrial, y tiene el sueño de convertirse en Astronauta.

Cuando era pequeña, en edad preescolar, sus maestros se quejaban porque Adhara se comportaba diferente a los demás niños, no parecía estar interesada y era frecuente que se quedara dormida en clase, la realidad era que ella encontraba aburrida la escuela porque mientras sus compañeros estaban aprendiendo a leer y escribir, ella ya estaba interesada en materias como álgebra o química.

Sin embargo, la vida de la menor no ha sido fácil, pues desde muy pequeña fue víctima de bullying por parte de sus compañeros de escuela quienes calificaban su comportamiento como raro. Según comentó su madre, Nallely, al portal de noticias Infobae, Adhara fue diagnosticada a los tres años con Síndrome de Asperger, una condición que lejos de limitar su desarrollo intelectual, lo impulsaba. Adhara terminó la primaria a los 5 años, a los 6 y medio la secundaria y a los 8 concluyó el bachillerato.

Nacida en la Ciudad de México, en la Alcaldía de Tlahuac, Adhara proviene de una familia de recursos limitados, aun así sus padres están haciendo todo lo posible por ayudar a su hija a que cumpla sus sueños de estudiar Astrofísica y poder así convertirse en astronauta.

Fotografía de adhara perez sanchez

Fuentes consultadas:

El Siglo de Torreon “Adhara Perez, la niña genio mexicana que posee un IQ superior al de Einstein”

Excelsionr “Adhara, la niña mexicana que es más inteligente que Einstein”

El Universal “Adhara Pérez, la niña genio mexicana y el misterio del coeficiente intelectual”

Five Fast Facts about Nora Stanton Blatch Barney.

Infobae “Adhara Pérez: la mexicana de ocho años que cursa dos carreras universitarias y tiene un coeficiente superior al de Einstein”

Dorothy Ruiz Martínez

(EEUU, 1978)

Fotografía de maru_niho

Dorothy Ruíz Martínez es una ingeniera aeroespacial de la NASA en el Centro Espacial Lyndon B. Johnson, especialista en operaciones espaciales para la Estación Espacial Internacional (ISS) realizadas en el Centro de Control de las Misiones (CCM) en Houston.

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Fotografía de Valentina Tereshkova

Dorothy Ruíz Martínez es una ingeniera aeroespacial de la NASA en el Centro Espacial Lyndon B. Johnson, especialista en operaciones espaciales para la Estación Espacial Internacional (ISS) realizadas en el Centro de Control de las Misiones (CCM) en Houston.

Desde su niñez, a Dorothy le gustaba ver las estrellas en la casa de sus abuelos en México, pero que nunca se imaginó donde la llevaría esta pasión, ni cómo su profesión estaría tan ligada a ellas. Aunque nació en Estados Unidos, creció en Matehuala, San Luis Potosí, hasta los 16 años. Ella recuerda que su primer acercamiento con la ciencia y la tecnología fue un evento sin precedentes que la marcaría: el accidente del transbordador Challenger. Fue el 28 de enero de 1986, el día que su vida cambió al ver en la televisión el accidente, así lo comentó en una entrevista para Cienciamx “fue un momento clave en mi vida, pues en ese instante, todo pareció congelarse en el tiempo. Mi mente se llenó de preguntas: ¿cómo funciona un cohete?, ¿cómo va el hombre al espacio?, ¿por qué la explosión?”.

En la década de 1960, Milhon fue organizadora de una de las marchas de Selma a Montgomery en Alabama, en pro del derecho constitucional de la población afroamericana de ejercer el voto, desafiando la resistencia y la represión segregacionista, desatada tras la aprobación de leyes federales que reconocían este derecho para toda la ciudadanía. Más tarde participó en la protesta de Jackson, Mississippi, realizada con el mismo fin, y para animar a las y los afroamericanos del estado a registrarse para votar. Jude fue arrestada nuevamente por desobediencia civil. Después de salir de la cárcel, mantuvo su activismo, pero como defensora de los derechos civiles en el plano digital, que recién tomaba ímpetu en la sociedad.

A pesar de su corta edad, Dorothy bombardeó a sus familiares con preguntas, pero las respuestas que le dieron no la dejaron satisfecha y, desde entonces, decidió que ella las buscaría. Ahí nació su vocación por la exploración del espacio.

Por cuestiones familiares, al terminar la secundaria emigró a Houston, Texas, en Estados Unidos y se enfrentó al difícil reto de adaptación a la cultura, al idioma y a la sociedad. El idioma y la cultura asociada a los migrantes en ese país, representaron para ella su principal barrera por el estigma y prejuicios que tienen contra esta población. En su experiencia, en la escuela a la que ingresó, recibió un trato diferenciado, pensaban que no podría con ciertas materias.

“Recuerdo que les dije algo así como que el hecho de no saber inglés no significaba que no tenía capacidad (…) En este sentido, me identifico con muchos paisanos que pasan por lo mismo en este país. Es muy triste pero algunas personas por ignorancia, piensan que por el hecho de venir de un país que ellos consideran ‘en vías de desarrollo’ y por no dominar el idioma, uno no tiene capacidad según sus estándares”.

Por supuesto que esta historia de discriminación y prejuicios, tuvo un final aleccionador para todos, ya que Dorothy demostró, no solo que podía con los cursos más avanzados, sino que perfeccionó su inglés y se ganó el reconocimiento de sus compañeros y profesores.

Al concluir sus estudios de nivel bachillerato, Dorothy tenía muchas dudas si debía estudiar astronomía, física o ingeniería aeroespacial. Tuvo la suerte de poder acercarse a personas que se desempeñaban en estas áreas, pero al final todas le sugerían que siguiera sus pasiones. Cuando ella reflexionaba sobre lo que más le apasionaba, siempre aparecía en su mente la noticia del accidente del transbordador Challenger, así que decidió estudiar ingeniería aeroespacial.

Para cualquier ingeniera aeroespacial, el lugar soñado para trabajar es la NASA, esto no era diferente para Dorothy, por eso al terminar sus estudios mandó una solicitud para hacer una pasantía en el programa de investigación académica Langley Aerospace Research Summer Scholars (LARSS), del Langley Research Center, de la NASA, ubicado en Virginia.

“Tuve muchas dudas de mi capacidad. No sabía si mandar la solicitud. Sin embargo, un buen amigo me ‘jaló’ las orejas y me dijo: ‘No tienes nada que perder’. Eso me animó y mandé la solicitud”.

Fotografía de Valentina Tereshkova

A pesar de que en una primera instancia fue rechazada, un golpe de suerte le permitió llegar al programa de pasantía; gracias a que uno de los 200 aceptados, (de más de cuatro mil solicitantes) había rechazado la oferta, Dorothy pudo cumplir su máximo sueño de trabajar en la NASA.

Hoy, todos los días acude a su trabajo pensando en aquel día en que decidió dedicarse a las estrellas. Dorothy se dedica a operar desde la base de control de misiones espaciales en Houston el sistema denominado ground control o control en tierra o de base y dicho sistema consiste en mantener conectada la base de control de misiones con el vehículo espacial, por medio de señal de satélite. Además, son la interfaz de todos los centros espaciales que colaboran con la Estación Espacial Internacional.

Para Dorothy, el mayor logro alcanzado no es trabajar en la NASA ni capacitar a un astronauta, sino poder responder a las dudas que surgieron en su niñez respecto al transbordador Challenger.

Recordó su experiencia y curiosidad con el accidente del Challenger; y decidió que trataría de emocionar a niñas, niños y jóvenes, así como fomentarles que, si tienen un interés, algo que realmente los apasione, que lo sigan, porque los sueños sí se pueden alcanzar. Por lo tanto, Dorothy Ruiz Martínez, además de su agotador trabajo en la NASA, también invierte mucho tiempo en hacer divulgación científica.

Para esta ingeniera aeroespacial, capacitadora de astronautas y operadora de estaciones espaciales, la divulgación científica debe ser proyectada de manera simple, explicar lo técnico en términos sencillos y fáciles de entender para mantener la atención y el interés de los oyentes.

La exitosa científica y madre de tres pequeños, da charlas a jóvenes latinas para animarlas a ir a la universidad y cursar una carrera que les ayude a mejorar su nivel de vida.

Fotografía de Valentina Tereshkova

Fuentes consultadas:

El Financiero “La mexicana que siguió su sueño y ahora es científica de la NASA”

Cienciamx “Dorothy Ruiz Martínez, una mexicana en la NASA”

Wikipedia “Dorothy Ruiz Martínez”

Barrio “#Galáctica: Le hicieron el “feo” por no hablar inglés, pero hoy esta mexicana brilla en la NASA”