El viernes 18 de octubre, a las 10:00 horas, dio inicio la conferencia virtual “Discriminación por motivos religiosos”, impartida por José Ignacio Cuevas de la Garza, académico y conferencista especialista en Estado laico, libertad, diversidad y discriminación religiosa.

A modo de introducción, inició su exposición explicando cómo se da la interacción entre nuestras creencias y el resto de la sociedad, a partir de los principios, comportamiento, normas. En este sentido, en la interacción social donde puede haber discriminación es en la cultura, la religión es una cultura: tradiciones, calendario, fiestas, costumbres.

La cultura religiosa impregna la sociedad, más allá de las creencias: domingo, navidad, Halloween, etc. y se realizan actividades en torno a ellas, aunque no se tenga la creencia.

El siguiente punto abordado en la conferencia, fue el de la libertad religiosa en sociedades con una religión dominante, histórica. La cultura mexicana es muy católica. Se miden minorías; siendo relevante en el censo 2020, el incremento de personas sin religión.

Respecto a la laicidad del Estado mexicano, explicó que la ley impide que un ministro de culto religioso pueda ser candidato a puestos de elección popular, o ejercer cargos en el gobierno. Pero la restricción es hacia el cargo, no hacia la persona.

Abundó que los argumentos religiosos no deben permear en las discusiones sobre leyes o medidas de política pública. Asimismo, que el principio histórico de la separación del Estado y grupos religiosos, es el argumento de por qué no sean parte del gobierno los ministros de gobierno. Pero a la vez, el Estado debe respetar a las iglesias o culto (por ejemplo, que no haya mujeres ministras en el culto católico). Se respeta cómo se organizan las iglesias, siempre que no cometan delitos, etc.

A continuación, dio una breve descripción de los cultos minoritarios presentes en nuestro país:
• Las iglesias ortodoxas, como la Iglesia de Antioquía (comunidad libanesa), no pretenden aumentar su feligresía.
• Evangélicos pentecostales, las autodenominadas “iglesias cristianas”, son proselitistas y son las feligresías que sufren confrontación o discriminación, principalmente en el ámbito rural: la comunidad es de cultura católica, y cuando una familia dice ya no soy católica, no doy dinero para la fiesta, entonces, el catolicismo tradicionalista impulsa la discriminación y sobre todo, la conflictividad religiosa: agresiones, expulsiones. Se les expulsa de la comunidad. Ocurre mucho en Oaxaca, Chiapas, Hidalgo.
• En cuanto a diversas formas de religiosidad, señaló que se debe respetar las creencias ancestrales, que no son solamente folklore. También señaló que existen estigmas contra culto de la Santa Muerte, que es otra forma de religiosidad, de devoción.
Recalcó que México es un Estado laico de los más sólidos del mundo, junto con Francia. Por ejemplo, en la política local no pesa la religión.

Sobre la percepción de la discriminación religiosa en México, por una parte, señaló que la raíz del conflicto de la iglesia católica con el Estado mexicano, es que se desautoriza el discurso religioso para discutir los asuntos nacionales; así como las limitaciones políticas a los ministros de culto.

Por otra parte, las iglesias cristianas no católicas se quejan de un trato preferencial por parte del gobierno y los medios de comunicación hacia la iglesia católica; así como la intolerancia religiosa en zonas rurales del país. También tienen el temor que las reformas sobre libertad religiosa propicien una mayor participación de las organizaciones católicas en temas como la educación en escuelas públicas.

La plática concluyó con una sección de preguntas y respuestas entre el ponente y las personas asistentes, que fue moderada por la Mtra. María José Morales, Directora General de Igualdad de Género, Diversidad e Inclusión.

La conferencia contó con la asistencia de 195 personas (90 mujeres y 105 hombres).